El
cociente intelectual en los niños, por su propia definición, es un
cociente entre su edad mental y su edad cronológica. Esto quiere
decir que un niño con siete años y un cociente intelectual de 130
tiene aparentemente, según su capacidad de razonar, una edad mental
de nueve años. Dos años por encima de los niños de su edad, y
también por encima de su propio desarrollo físico y emocional.
Si
el cociente intelectual del niño es de 150, la diferencia es aún
mayor, porque en ese caso con siete años su edad mental aparente
sería de diez años y medio.
A
esta diferencia entre la edad mental aparente y la edad cronológica
es a lo que llamamos disincronía, lo cual no quiere decir que los
niños superdotados y de altas capacidades estén mal sincronizados
consigo mismos, en absoluto, están mal sincronizados con su entorno,
con los niños de su edad. No se trata de un problema
de los niños, que por el contrario tienen un desarrollo mental
excepcional, sino un problema del entorno que no está a su altura y
les somete a tensiones para las que no están preparados a su edad.
En
ese sentido un niño de 7 años puede razonar con los adultos con una
madurez impropia de su edad, puede argumentar, discutir y rebatir
órdenes con una precisión que llega a sacar de quicio a padres y
profesores, que al verse ante un cerebro más maduro tienden a
reaccionar en consecuencia.
Disincronía
afectivo-intelectual
Y,
sin embargo, en experiencia y en desarrollo emocional ese niño de 7
años que habla ya casi como un preadolescente de más de 10 años,
tiene 7 años. De forma que el niño puede no llegar a entender una
reacción desproporcionada de sus padres o profesores ante los retos
que les presenta, porque realmente es un niño de 7 años con su
experiencia y su lógica falta de madurez emocional.
Por
naturaleza, tendemos a relacionarnos con nuestros iguales, y por esta
razón los niños superdotados habitualmente buscan amigos de mayor
edad con los que jugar o mucho más pequeños a los que enseñar. Con
los mayores se entienden mejor a nivel intelectual, con los más
pequeños están más tranquilos, no se sienten extraños con ellos y
les dan la oportunidad de enseñarles lo que saben.
Los
amigos más mayores, sin embargo, tienen mucha más experiencia y un
desarrollo emocional normal en relación a su edad y encuentran en el
pequeñín a un inocente al que pueden utilizar y manipular, y del
que pueden incluso llegar a burlarse con facilidad, porque le falta
la malicia que da la experiencia. De esta forma, su inteligencia no
le libra de los percances lógicos cuando está con niños de mayor
edad.
Dictamos Cursos, Talleres y Seminarios personalizados y grupales sobre los temas publicados.
Atendemos consultas sobre trastornos Físicos y Emocionales y realizamos tratamientos con:
Acupuntura, Terapia Neural, Homeopatía, Quiropraxia, Osteopatía, Fitoterapia, Homotoxicología, Radiónica, Cromoterapia, Visualización Creativa, Terapia de Regresión, Craneosacral, Armonización de Chakras y Equilibramiento del Campo Energético.
Informes en Concordia (Argentina) llama a:
(345) 154249785 - (345) 154084655
Nuestro correo: armoniasaludyvida@gmail.com
Si consideras ÚTIL ESTA INFORMACIÓN;
compártela con tus amistades y familiares.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Opinar de forma respetuosa, es demostrar cultura e interés por el tema. Gracias por tu comentario